Albóndigas en salsa de cebolla y zanahoria

Los que me conocen saben que soy una enamorado del aceite de oliva virgen extra, ese oro verde que la naturaleza nos ofrece y  que lo defiendo a capa y espada, porque es con diferencia la mejor grasa vegetal para nuestra salud, pero también sé que no hay que pasarse, así que hay que controlar la cantidad de AOVE, y una buena forma es dosificarlo por cuchara, nada de echar un chorreón que lo más seguro es que nos pasemos, y así podremos disfrutarlo en todos nuestros guisos a diario sin miedo a las calorías.



Ingredientes:
para las albóndigas

500 g de ternera
200 g de pollo
2 huevos
50 g de pan duro remojado en leche
1 cucharadita de hierbabuena
1 cucharadita de sal
 pimienta negra molida
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2 cucharas de pan rallado
1 cuchara de aceite de oliva virgen extra
para la salsa
3 zanahorias
2 hojas de laurel
1 cebolla
4 dientes de ajo
pimienta negra
un cm de jengibre fresco
150 g de vino blanco
2 cucharas de aceite de oliva virgen extra
3 ramas de hierbabuena
1/2 vaso de caldo de verdura o agua


Modo de hacerlo:

Le he pedido a mi carnicero que pique la carne de ternera y la de pollo, así me aseguro que lo que llevo es lo que yo he comprado, no me gusta nada las carnes picadas de los supermercados.

Lo primero preparar las albóndigas, es fácil todos los ingredientes en un bol y lo mezclamos hasta que todo se integre, y vamos cogiendo bolitas de carne y redondearlas con las manos, las pongo sobre una bandeja y espolvoreo el pan rallado, muevo un poco la bandeja para que las albóndigas rueden y se impregnen bien del pan rallado, pero no hay que pasarse, solo lo justo.
En una sartén pongo un velo de aceite, nada casi humedecer la sartén y a fuego medio, voy pasando las albóndigas, la idea no es freírlas es solo darles un toque de color al pan rallado para que no sepa a crudo, y las reservo.
Ahora vamos a la salsa, en una cacerola, pongo el aceite de oliva virgen extra, y sofrío muy picadito la cebolla, los dientes de ajo, la zanahoria y la hierbabuena, y el jengibre en un trozo y la pimienta negra, cuando la cebolla se ha puesto translúcida echo las albóndigas, el vino blanco y las hojas de laurel, añado un poco de caldo, si no tenéis le ponéis agua y a fuego medio bajo, con la cacerola tapada lo dejo 10  minutos hasta que las albóndigas se cuezan bien por dentro.
Y sin más, listo para llevar a la mesa y que cada uno se sirva las que les apetezca. 
 
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