Galletas de canela
La galleta de canela, tal y como la conocemos, surgieron en el norte de Europa. En los países como Alemania, Países Bajos o Escandinavia, donde el invierno invita a la repostería especiada, se popularizaron desde la Edad Media las masas aromatizadas con especias importadas, canela, clavo jengibre o nuez moscada.
Fue en Alemania donde nacieron las famosas Zimtplatzchen ( galletitas de canela), muy presentes en la repostería navideña y en ferias tradicionales.
La canela, esa especia cálida y fragante que hoy asociamos con dulces y postres, tiene una historia milenaria.
Su uso se remonta a la antigua China, donde ya se conocía hace más de 4.000 años, y fue tan valorada que llegó a considerarse más preciosa que el oro.
Hoy, las galletas de canela siguen siendo un clásico universal: crujientes y tiernas, nos regalan aromas inconfundibles a hogar.
Ingredientes:
250 g harina de trigo + 1/4 cucharadita de sal
125 g mantequilla
125 g de azúcar
1 huevo mediano
1 cuchara de canela molida
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azúcar
canela en polvo
Modo de hacerlo:
Pongo todos los ingredientes en el bol, y con la pala, amaso. En un par de minutos la masa queda homogénea..
Pero no os preocupéis si no tenéis amasadora, porque es una masa muy fácil de hacer. Solo hay que mezclar bien todos los ingredientes y amasar a mano, y en unos minutos la tendréis lista.
Estiro la masa sobre un papel de horno, dejándola de un grosor de unos 3 mm . Si veis que se pone blanda, la metemos en la nevera para que la mantequilla se endurezca; (esto suele ocurrir en verano, con el calor).
Con un cortador de galletas (y si no tenéis, un cuchillo hace el apaño), voy cortando las galletas y colocándolas en la bandeja del horno. Las espolvoreo un poco con azúcar y canela, y con el horno precalentado a 180ºC, calor arriba y abajo, meto la bandeja en la segunda ranura, contando desde abajo.
Las dejo hornear unos 15 minutos, aunque ya sabéis que cada horno es un mundo, así que es mejor echarles un vistazo a partir de los 10 minutos.
Y no hay nada mejor que disfrutar de unas ricas galletas caseras con el sabor y el aroma de la canela, ideales para compartir con una taza de chocolate caliente y deliciosa.
Y ya sabes, si te animas a preparar esta receta y quieres compartir conmigo una foto del resultado, estaré encantada de recibirla.
Nada me hace más ilusión que ver como mis recetas cobran vida en otras cocinas, con el toque personal de cada mano que las prepara. Porque la cocina, al fin y al cabo, es eso: un puente que nos une, una manera de compartir sabores, recuerdos y momentos alrededor de la mesa.
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